martes, 30 de julio de 2013

15. S. HERIBERTO BOCANEGRA M.

S. HERIBERTO BOCANEGRA M.

Maestro, preceptor, normalista, profesor, educador y otros sinónimos podrían referirse a una persona que con su proficua labor mereció encumbrarse como el más caracterizado de su época en su tierra natal Tacabamba. Se trata de don Segundo Heriberto Bocanegra Montenegro.




Su existencia discurrió en las primeras siete décadas del siglo pasado. Hijo de don Heriberto Bocanegra Herrera y doña Laura Montenegro, alumno distinguido de don Salomón Díaz Sánchez en la Escuela Fiscal N° 610; estudió en el Colegio San Juan de Chota y se profesionalizó en la Escuela Normal de Segundo Grado en Lima.


A partir de 1918 desempeñó su labor docente en Tacabamba durante quince años, suficientes para dejar un ejemplo de maestro excepcional tanto dentro de las aulas, como fuera de ellas. Incrementó el número del alumnado, secciones y profesores, ambientó las aulas con el apoyo de la municipalidad y personas notables de la ciudad, impulsó los estudios secundarios y superiores de sus alumnos, fomentó clubes estudiantiles y prácticas de urbanidad y desarrollo vocacional, realizó campañas y cursos de alfabetización. Puso en marcha el Centro Social Tacabamba con asistencia de señoritas y caballeros que se entrenaban en la conducción institucional, culturización, actividades sociales, cívicas, asistenciales, etc. Posteriormente y por muchos años prevalecieron los muebles y la biblioteca de este centro social tanto en la Municipalidad, como en la Escuela Fiscal N° 63 (antes 610), prevaleció también el trato de "socios" entre sus integrantes.


Para ilustrar esta nota, se menciona a manera de anécdotas, dos clases prácticas del profesor Heriberto Bocanegra: La primera, luego de la clase teórica en el aula, invitaba para el siguiente día a dos o tres de los alumnos para almorzar en su casa, recomendándoles su mejor presentación personal, aseo sobre todo. A la hora indicada estaba en la puerta de entrada una de sus hermanas, a quien deberían saludar atentamente, hacer la venia y sacado de sombreo, palabras de presentación y agradecimiento cuando la señorita Luzmila los hacía pasar a la casa. Manera de caminar por el zaguán y jardín hasta el comedor. El profesor Heriberto ya estaba también para corregir algunas omisiones o faltas. Dentro del comedor y sentados a la mesa iban practicando los buenos modales ante otras tres de sus hermanas: Clodomira, Josefina y Rita, quienes también colaboraban en instruir a los invitados en el uso de la servilleta y cubierto, durante el almuerzo. También practicaban la forma de agradecer y retirarse al finalizar la invitación.


La segunda, el comportamiento en la calle, saludo protocolar, dar la acera a los mayores, entrar a la tienda para comprar algo y agradecer y el buen comportamiento hasta llegar a casa. Todas estas actividades eran supervisadas por el maestro director, teniendo que observarse las reglas de urbanidad prescritas en el libro de Carreño. Claro que eran otras épocas, otros maestros y otros alumnos también.


La necesidad de actualizar sus conocimientos pedagógicos y ampliar su labor magisterial le hicieron alejarse del terruño rumbo a la Capital, donde efectivamente cumplió destacada labor trabajando en diferentes colegios y escribiendo libros de metodología, pedagogía y administración del ramo. Mientras tanto en Tacabamba sólo perduraba su nombre en el patio deportivo y de recreo del local municipal llamado "Canchón Heriberto Bocanegra" (hoy coliseo municipal) y en el recuerdo de algunas generaciones venideras. 



En el retiro ya, fue invitado por el Club Tacabamba de Lima para iniciar el funcionamiento del primer colegio de educación secundaria del Distrito, ante lo cual, no dudó en regresar a su tierra natal y cumplir con su cometido. El año 1961 fue realmente histórico para la educación tacabambina. El Colegio Cooperativo Municipal Bartolomé Herrera fue el exponente de la buena organización, el entusiasmo y colaboración del pueblo, sus autoridades y los padres de familia. Se gestionó la nacionalización del mismo, pero se consiguió la creación del Colegio Nacional del que fue su base y fundamento institucional, aunque por ello tuvo que desaparecer luego de salir su primera promoción.

Regresó a Lima y en el seno de su familia: Luisa Cornejo su esposa y Laura y Socorro sus hijas, fallece por el año 1972 .

bocanegraaugusto@hotmail.es

“La ingratitud es el crimen más grande que se atreva el hombre a cometer”. (Simón Bolívar)

No hay comentarios:

Publicar un comentario