martes, 30 de julio de 2013

59. FACULTADES INTELECTUALES

FACULTADES INTELECTUALES 

La intelectualidad es el conjunto de intelectuales o la labor del intelectual, entendiéndose como tal a la persona que medita, reflexiona, discurre, se inspira, goza, busca, investiga, analiza, discierne, desmenuza, razona, contrapone conceptos, filosofa, organiza las ideas, proyecta, imagina, especula, atribuye causas a los efectos y efectos a las causas, interconecta fenómenos, descubre, inventa ... en fin, hace uso de las limitadas pero a su vez vastas capacidades de la mente humana. A diferencia de lo material, el trabajo es también, esencialmente intelectual. Entre otras, en el ser humano destacan tres facultades intelectuales: Sensibilidad, inteligencia y razón. 


Sensibilidad.- Es lo que lo relaciona con el mundo exterior, haciéndole sentir física, espiritual y moralmente. En este caso, hace perceptible al entendimiento afectos como la compasión, la humanidad, la ternura, etc. Inteligencia.- Es la esfera donde se forman las nociones, es la virtud del entender, la facultad de conocer. Inteligencia es conocimiento, comprensión, buen sentido de una sentencia o expresión, habilidad, destreza y experiencia, es el concepto amplio y correcto. Es abundancia y fluidez de ideas y raciocinios Puede ser física, emocional y espiritual.. 

Razón.- Es la facultad de distinguir lo verdadero de lo falso, lo bueno de lo malo, lo correcto de lo incorrecto. Es todo argumento o demostración con lógica, justicia y rectitud. Estas facultades son consideradas innatas, pero pueden ser perfectibles y de hecho lo son, gracias a la educación, a la práctica, al medio ambiente en que se vive y sobretodo a las relaciones humanas. Si bien la naturaleza humana y la sociedad han sembrado señales de desigualdad y preferencia en los hombres por causa de estas facultades intelectuales, dando distintas oportunidades en la vida, capacidades diversas y jerarquías de unas personas o sociedades sobre otras, estableciendo rangos y categorías; es muy cierto también que estas consideraciones no pueden ser el motivo o la causa de alienantes, vergonzosas e injustas discriminaciones que determinan la desigualdad social imperante en el mundo, en que el bienestar es privilegio de las minorías, estando por tanto las grandes mayorías condenadas a la miseria, a la ignorancia y en el mejor de los casos a la falta de oportunidades para una vida digna y decorosa. La sensibilidad humana es primordial. Los diferentes estratos de la sociedad bien pueden estar determinados por estas facultades, más no por otras como abolengos, razas y mucho menos por el dinero, jamás por la prepotencia o la política, que son precisamente lo que desnaturaliza y deforma maliciosamente a la humanidad. El trabajo de un funcionario, de un profesional, de un obrero, de un campesino, etc, es el mismo en dignidad y humanismo; por tanto, no debe ser la fuente de grandes abismos de desigualdades sociales o económicas. “A cada cual según su capacidad y necesidades” reza una sentencia socialista y hasta religiosa, ahora, de su cumplimiento depende la felicidad personal, de las familias, la justicia y la equidad en los países y continentes. 


El bienestar de la humanidad también y en especial, preferencialmente debe globalizarse y no solamente los medios que conducen al enriquecimiento individual, empresarial o de algunas muy pocas naciones, a expensas de los infortunios y pobrezas. Sin embargo y desafortunadamente aún, la intelectualidad se bifurca según los intereses particulares o nacionales, una parte sirve al conservadorismo tradicional de los privilegios y supremacías, otros en ascenso creciente sirven ya a la transición y cambios radicales que estremecen al mundo. Pareciera que entre ambas, jamás habría entendimiento y conciliación, pero todo es cuestión del tiempo y el accionar del hombre, sucederá cuando se conjuguen sus facultades: sensibilidad, inteligencia y razón, será menos tarde que nunca, se oyen pasos, se ven fehacientes muestras, cada día acaecen más avances que retrocesos; pese a la tenaz resistencia y satanización de los personajes y sus obras transformadoras. Hacen siglos y décadas que el genio humano descubrió grandes fenómenos naturales, inventó cosas y creó proyectos políticos que hubiesen cambiado al mundo para bien de la humanidad, por ejemplo la energía universal y gratuita para todo el accionar del hombre, como el aire que se respira, ideó sistemas de gobierno realmente humanistas, medicinas que curan total y definitivamente las enfermedades, combustibles que no contaminan y son muy, pero muy económicos, fórmulas de paz y convivencia entre las naciones, etc, pero los grandes monopolios y transnacionales, los intereses económicos de algunas potencias, los países fabricantes de armas, etc, siempre lo han impedido, neutralizado y finiquitado.

bocanegraaugusto@hotmail.es

“Dos cosas me sorprenden: la inteligencia de las bestias y la bestialidad de los hombres”. (Flora Tristan)

“La calidad humana no es un accidente; siempre es el resultado del esfuerzo de la inteligencia”. (John Ruskin) 

“Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como que no existe”. (Blaise Pascal) 

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