martes, 30 de julio de 2013

28. ESCUELA QUERIDA


ESCUELA QUERIDA

A una cuadra doble de mi casa del jirón Lima y Siete de Junio, estaba el local de la “Escuela de Niños” Nº 63 (hoy 10446) en la esquina de la plaza con el jirón Ocho de Octubre que subía al barrio del Choloque, hoy “Alto Perú”(local de propiedad municipal). Separado por el templo o iglesia, en la esquina opuesta, jirón Cuzco, estaba el local de la “Escuela de Niñas” Nº 64. (local de propiedad del Ministerio de Educación por donación de la Municipalidad).


Las dos escuelas se reunían dos veces al año, para el Día de la Madre y Fiestas Patrias el 28 de Julio, cuyos programas celebrábamos juntos en el canchón “Heriberto Bocanegra” hoy Coliseo Cerrado Municipal y en la Plaza de Armas respectivamente.

Mis maestros de Transición (sección antes del primer año) don Héctor Oblitas Paredes y don Víctor Antonio Herrera Delgado (Director). Desde el Primer hasta el Quinto Años don Godofredo Portocarrero Olano. Cuánta gratitud para ellos mis maestros, cuánto cariño para el sacrosanto templo del saber que conserva el nombre de “Salomón Díaz”, en honor a un egregio maestro que entregó hasta su vida en Tacabamba. Mi saludo feliz y esperanzado a los profesores y alumnos de este Colegio cuyo Centenario de su Estatización celebramos alborozadamente en el 2005 y al que tuve la suerte de asistir en especial visita a mi pueblo. 

Recuerdo a otros maestros de aquellos años entre 1946 y 1952: don Julián Camacho Herrera, don Alfonso Herrera Loayza, don Miguel Paredes Bocanegra y el R.P. Víctor H.Ruiz, las clases, recreos, paseos, canciones, trabajos y juegos.


Mis compañeros de estudio algunos de la ciudad y muchos de las campiñas. Los recuerdo siempre y los reconozco fácilmente en la fotografía que conservo, tomada en la pileta de la plaza con Godito nuestro maestro al centro. Hacen ya más de 60 años de aquella hermandad en la Escuelita Querida, de carácter fiscal, porque anteriormente tal vez otros 100 años fue escuela particular primero y municipal después. Condiscípulos que pocos aún viven en Tacabamba, muchos estamos lejos del terruño y algunos, no pocos están en la eternidad.

No olvido mi solitaria despedida cuando terminé la Primaria en 1952, besé el arenoso suelo de su patio de recreo, prometiendo volver alguna vez cuando la vida me depare alguna posibilidad en el futuro. Promesa que no tardó demasiado en cumplirse, en 1958 tras mis estudios secundarios en Chota, asistí en compañía de mi hermano Luis a la ceremonia por el Día de la Madre para presentarnos como deportistas en la disciplina de gimnasia y evoluciones en barra fija. Posteriormente, graduado como profesor “Normalista” inicié mi carrera docente en la ya convertida Escuela Pre Vocacional con su mismo número y nombre, era el calendario del año 1963.

Me asignaron 121 alumnos de Transición y 25 del Quinto Año en el curso de Educación Física. El Director se quedó por primera vez sin sección. Distribuidos mis infantes discípulos de Transición en dos secciones : los de la tarde “A” (nuevos) y los de la mañana “B” (en su segundo año de escolares por lo menos), los aprobados tenían que pasar de la “A” a la “B” y los aprobados de la “B” al Primer Año de Primaria (esta disposición no era legal ni reglamentaria si no acordada entre los profesores y ya se había hecho costumbre, por muchos años). Tuve que terminar una promoción de alumnos (seis años) para empezar otra, pero reclamé ante la superioridad (Supervisión de Educación) para terminar con esta costumbre inadecuada, produciéndose serias discusiones y contradicciones con mis colegas que se resistían al cambio, pero yo estaba en la razón. Se estableció desde entonces un solo año de Transición, aunque hubieran varias secciones, entonces los niños aprobados pasaban de Transición a Primer Año. Posteriormente, al crearse los Jardines de Infancia (Hoy de Inicial), la primaria se inicia desde el Primer Grado. 

En 1966 hice efectiva en Lima (Ministerios de Educación y de Hacienda) una partida de 50 mil soles para nuestra Escuela, gestionada por el diputado cutervino Dr. Domingo Muñoz, específicamente para comprar un terreno, partida que ya estaba dada por perdida, porque por varios años nadie la reclamaba, ni menos nadie la llevaba a Tacabamba como se esperaba vanamente. Pude quebrar la oposición e indiferencia para comprar el terreno de la hermanas Zevallos Quijano (27 de Enero de 1967), luego se niveló para campo deportivo, pero posteriormente en 1974 fue partido en dos con la apertura de la calle Túpac Amaru (problema que hasta hoy subsiste).

Entre 1980 y 1984, la ciega e ignorante oposición politizada hizo fracasar mi proyecto del Complejo Educativo, que pretendía ser una sola, total y definitiva solución a la problemática de falta de locales escolares apropiados en la ciudad, desde inicial hasta superior, incluyendo infraestructura deportiva completa. Debió ser el legado de mi formación como tacabambino y como maestro. Fracasó porque lo hicieron fracasar desde el canje y adquisición de terrenos, hasta la recepción de las partidas económicas que diera el Gobierno para la construcción progresiva de las obras, que fueron objeto de la inconsciente negativa de grupos manipulados de padres de familia y de algunas autoridades. Jamás, en lugar alguno del país y del mundo, sus habitantes se negaron a recibir dineros del Estado destinados a sus obras fundamentales. Tacabamba se dio el lujo, mejor dicho el desparpajo de hacerlo bajo la insinuación negativa y perversa de dos foráneos mal intencionados.


Sucedió un caso insólito al final, a fin de que no se pierda la última oportunidad para el Complejo Educativo, ofrecí públicamente obsequiar un terreno de mi propiedad como base del proyectado complejo, pero la oposición a dicha obra frustró tal ofrecimiento. Vendí este terreno a un colindante y éste, años después fue requerido para venderlo a la Municipalidad, lo hizo y en él se construyó el nuevo local de nuestra Escuela, la I.E. 10446 “Salomón Díaz ”, mal llamado Complejo Educativo, porque pese a su excelencia, no es ni llegará a ser la vigésima parte del original que estuvo en marcha y que lamentablemente lo perdimos.

Cuando funcionaba en vez de la Supervisión de Educación el llamado NEC (Núcleo Educativo Comunal) tuve la oportunidad de gestionar y conseguir, junto con su Director el Profesor Segundo Héctor Gálvez Vásquez, la unificación de las dos escuelas (10446 y 10447) en una sola con carácter mixto: Un número, un nombre, un Director, muchos profesores y dos vetustos locales los de entonces. 


Después de haber formado ya cinco promociones, aún pude hacer con mi propio peculio (para madera y mano de obra) el cambio del techo del local antiguo que fuera de la 10447 para utilizar la calamina que conseguí de Cooperación Popular. Finalmente, desengañado de mi terruño y de mis paisanos, decidí en 1983 retirarme para siempre y dejar paso a las nuevas generaciones. Mi reconocimiento y gratitud a ellas por luchar y trabajar siempre a favor de Tacabamba., mi admiración a sus buenas autoridades por el futuro promisor y ritmo de progreso que imprimen en la actualidad. Gracias en especial al Gobierno que determinó desde 1992 la entrega directa a los pueblos de sus correspondientes subsidios estatales, canon minero y otros que antes no existían. 

bocanegraaugusto@hotmail.es

“El presente no existe. Es un punto entre la ilusión y la añoranza”.

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