miércoles, 31 de julio de 2013

70. LA CARRETERA Y “LA CANELITA”

LA CARRETERA Y “LA CANELITA” 


(representación ornamental de la “Canelita”) 

A principios del siglo XX ya se voceaba la carretera de Tacabamba, inclusive, el ingeniero Eleuterio Sánchez Lozano (anguiano) ante el auge de la de Chongoyape que se decía se prolongaría a Chota, tuvo el proyecto de convertirla en vía de penetración a la selva cruzando el río Marañón; todo por el gran comercio de café y cacao que pasaba por Tacabamba. En ese entonces nadie imaginaba la vía Jaén, Corral Quemado (Nor Oriente).

Efectivamente, en el gobierno del Presidente Augusto B. Leguía y con el amparo de la Ley Vial, muchos pueblos empezaron a construir sus carreteras, aún cuando los carros todavía estaban muy retrasados.

Tacabamba hizo lo propio con dirección a Chota, al igual que muchos pueblos de la proyectada vía. 

Cada Alcalde nombrado o electo, hacía trabajar a la ciudadanía en la carretera, con o sin dirección técnica, menos con apoyo económico del gobierno. Por eso tardó varias décadas su ejecución. 

A partir de 1950 y por haberse abolido la Ley Vial, empezaron a darse partidas económicas gestionadas por los parlamentarios: diputados o senadores. Para la carretera en mención, se dieron muchas partidas, pero apenas llegaban hasta Cajamarca o Chota y allí terminaban. El avance era casi nulo.

En 1963 logramos en Tacabamba unificar a los políticos de diferentes partidos, en el sentido de no aceptar las tantas promesas de los candidatos que nunca se cumplían. Acordamos pedir una sola obra a cambio de nuestros votos para el candidato que se comprometa bajo documento a terminar la carretera Chota – Conchán – Tacabamba.

Los dos primeros que llegaron, uno Flavio Villacorta, odriista, y otro Barón Fernández, belaundista, no aceptaron tal proposición y optaron por retirarse aduciendo que en ninguna parte del Perú se había hecho tal acuerdo que consideraban irrisorio. El tercero, Dr. Víctor Tantaleán Vanini del partido aprista aceptó firmar tal documento y lo hizo ante el Juez de Paz de entonces don Raymundo Arana Gálvez, ofreciendo además y por su parte gestionar la maquinaria para una planta hidroeléctrica. Ya en el Congreso consiguió las partidas para dichas obras las mismas que no llegaron a culminarse por diferentes circunstancias. La carretera llegó sólo hasta La Palma, un gran cerro de roca impedía su avance. El alcalde don Julián Camacho Herrera, temeroso de manejar la mitad de la partida, sólo recibió una décima parte, con lo que hizo un trocha de la ciudad hasta “La Legua”. La mayor parte del dinero fue invertido por las autoridades provinciales en una nueva trocha hacia Santa Clara y Chalamarca. La maquinaria de la planta eléctrica no podía ser transportada por falta de carretera. 


(Inauguración del puente Manuel Camacho en La Legua)

Una comisión de autoridades y dirigentes viajamos a Lima en busca de apoyo estatal. Nos recibió el Ministro Dr. Javier Alva Orlandini, (hijo de tacabambina) quien entre otras cosas, ordenó la inmediata ejecución de la carretera, conminando al Jefe Departamental de Caminos de Cajamarca Ing. Silva Santisteban que tenía un mes de plazo para volar la roca de la Palma, caso contrario él sería volado de su cargo. Efectivamente, el obstáculo fue superado y la carretera llegó pronto a Conchán, luego, dos meses más y las máquinas que aperturaban la carretera estaban en la Quinta, frente ya a la ciudad de Tacabamba.


(Dr. Manuel Regalado Díaz, Alcalde 1964 - 1967)


(Prof. Alfonso Herrera Loayza, Pdte. Comité Pro Carretera - 1965) 

Era el once de setiembre de 1965, la numerosa comisión del Club Tacabamba tanto de Lima, como de Trujillo y Chiclayo anunció su ingreso en dos vehículos oficiales de la Dirección Departamental de Caminos de Cajamarca para inaugurar la obra. El pueblo masivamente salió a su encuentro por la tarde. 

Venciendo muchos obstáculos menores llegaron a la curva del Kengo siendo las ocho de la noche, y sus potentes faros dieron la señal de aviso de su llegada triunfal, preámbulo de interminables ráfagas de cohetes, repiques de campanas y dianas de la banda de músicos y de guerra de la Escuela Salomón Díaz. Un tercer carro era particular, camioneta tipo camión llamada “Canelita” que también echaba a vuelo su potente claxon y la gente que llenaba su carrocería vitoreaban a Tacabamba y su flamante carretera. Igual lo hacían otros carros que se plegaron a la caravana desde Chota.

El Alcalde que era el Dr. Manuel Regalado Díaz. El Presidente del Comité Pro Carretera profesor Alfonso Herrera Loayza, y las autoridades locales esperaban en la Plaza de Armas para premiar al primer vehículo que rondara su perímetro. 


Al entrar en la ciudad los dos caros oficiales tomaron la parte alta por la calle principal el jirón Lima y la Canelita enrumbó por la calle Dos de Mayo. Mientras los dos primeros se plantaron en una acequia de la quebrada Shucturume, la Canelita entraba a la plaza por el jirón Cuzco en medio de la algarabía popular. Cuando la caravana llegó ya el chofer y propietario de La Canelita levantaba el trofeo de plata ganado por su intrepidez. Era José Santos Vidarte Bravo, natural y residente de Yamaluc (Huambos), quien desde entonces, gozando de popularidad y aprecio se quedó en Tacabamba por un buen tiempo poniendo al servicio su vehículo.

La fiesta de inauguración fue un gran acontecimiento que duró hasta el amanecer tanto en la plaza, como en los salones de la Municipalidad. Había mucha razón, ningún otro pueblo había trabajado durante 42 años por tener una vía carrozable. 

Los días venideros revestían singular importancia, era la primera feria en que se contaba con vehículos motorizados. Un paisano llegó desde Lima en un auto convertible Cádilac que fue la sensación en todos los pueblos, era don Eduardo Guerrero Gálvez, sólo que de regreso pagó un camión para cargar su auto que no quería estropearlo más en carreteras tan difíciles.

José Vidarte y su “Canelita” sacaron un buen sencillo durante los días de la Feria de Setiembre, pues llevaba a pasear a mucha gente que por primera vez subían a un carro. Por lo menos diez viajes diarios a un sol el pasaje, por la pista natural camino de Las Tunas, lugar predilecto de las riquísimas limas.

Durante muchos años esta trocha sin afirmar hacía pasar peripecias a los usuarios, la Compañía del Túnel del río Conchano afirmó una buena parte, pero cuando se retiró, siguieron las grandes dificultades en el tránsito; hasta que en 1992 con la visita del Presidente Alberto Fujimori se dispuso el afirmado y mantenimiento de la vía, que tras dos décadas a la fecha, va deteriorándose nuevamente.

Chiclayo, junio del 2011 - bocanegraaugusto@hotmail.es 

“La constante gota labra la piedra”. (refrán)

“La carretera de Tacabamba es horrible y palangana, para los viajeros se muestra temible y a los carros los deja pasar cuando le da la gana”. (Versos del “sargento” Ticlla de Pushanga)

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