42. HIDROTERAPIA - SANACIÓN MILAGROSA – EL AGUA.

HIDROTERAPIA - SANACIÓN MILAGROSA – EL AGUA.

Lejos estoy de narrar o dar un testimonio religioso, de esos que hoy tan de moda están por los propagandistas de la fe.

Simple y llanamente, un caso real, familiar e inolvidable. Totalmente natural.

Tenía cinco años de edad, en casa mi madre lloraba y mi padre se lamentaba al recibir y comentar las noticias que por carta preferentemente llegaban o cuando las narraba algún familiar o amistad cercana que llegaban de visitar en Chota al tío Emiliano que cariñosamente llamábamos también “papá Emiliano”.

Él trabajaba en el Colegio San Juan, era Director de la Primaria de dicho centro educativo. Se sentía muy mal y profundamente adolorido de una pierna que no le permitía ya caminar con normalidad. Había viajado a Chiclayo, Trujillo y Lima en busca de su curación sin encontrar remedio efectivo, el mal de la pierna empeoraba tumefacta y purulenta.

Le habían diagnosticado osteomielitis o grave infección de la médula ósea del fémur, y la única opción viable era la amputación de dicha extremidad.

Regresó a Chota donde estaba su familia y luego todos a Tacabamba para ultimar la decisión de tal operación.

De viaje a Lima nuevamente y estando en la ciudad de Cajamarca, una su sobrina Nelly Gálvez Pérez lo recibió solícita y le pidió someterse al tratamiento novedoso de hidroterapia que daba fama al sacerdote de apellido Alegría. Luego de convencerlo ella fue a ver al referido religioso que era su profesor en la Escuela Normal. Éste, se disculpó aduciendo que había sido prohibido terminantemente por el Obispado hacer curaciones so pena de severas sanciones, pero ante tantas súplicas aceptó bajo las condiciones de total hermetismo y cumplimiento estricto de la dieta y acciones terapéuticas que dispondría. Alquilaron una quinta fuera de la ciudad, hasta donde acudía el reverendo a dictar sus disposiciones sanitarias y controlar discretamente al paciente.

Primeramente suprimió la alimentación tradicional del enfermo, solamente debería comer frutas ya picadas o en jugo y abundante agua.

Además, casi todo el día y la noche pasaría dentro de una tina de agua fría, los pocos intervalos de minutos que estaría fuera, debería recibir paños de agua fría en la parte afectada.

Así, el paciente pasó durante 60 días, pero pese al suplicio que todo esto significaba, a la tercera semana ya se veían los resultados favorables y la mejoría era notoria.

Al final, el profesor Emiliano Gálvez Delgado era ya un hombre nuevo, completamente sano. Volvería a sus hábitos pasados en forma muy progresiva y con una alimentación eminentemente vegetariana. Vivió cincuenta años más olvidado de la terrible enfermedad que solamente la hidroterapia y su férrea voluntad pudo vencer en los años 40 del siglo pasado.

Indagando ahora por este antiguo procedimiento curativo, efectivamente se ve que sus efectos acertados por la salud de las gentes ha sido un gran éxito, pero dados los intereses económicos de los laboratorios fabricantes de medicinas y los intereses gremiales de los médicos, no solamente fueron satanizados, y lo que es más, fueron prohibidos por las autoridades de entonces, considerándolos como curanderismo o brujería. En la actualidad, cobran gran importancia estos procedimientos dado el alto índice de contaminación ambiental, medicamentosa y sobre todo, por los malos hábitos alimenticios, el consumo de alimentos chatarra, uso de potentes productos agrícolas y veterinarios y la creciente fabricación y consumo de productos industrializados o conservas y últimamente la innovación de los transgénicos, que en suma, son los causantes de graves enfermedades como el cáncer. Es sumamente saludable que una persona consuma entre seis y ocho vasos de agua diariamente para ayudar al organismo en la eliminación tóxica.

bocanegraaugusto@hotmail.es 

“El agua pura es la mejor bebida”. 

“Haz que tu alimento sea tu medicamento”. 

“Si tu salud y bienestar proteges, de la naturaleza no te alejes”.