miércoles, 31 de julio de 2013

67. TÍO INCRÉDULO


TÍO INCRÉDULO


Había una vez, un tío abuelo que regresó a su tierra natal después de muuuuuuchos años de ausencia. Se había creado en 1960 el primer Colegio de Instrucción Secundaria y hacía falta un connotado educador para echarlo a funcionar. 
Se trataba de un colegio Cooperativo Municipal, gestionado por entusiastas hijos de este lugar al que todos llevamos muy dentro y que resuena legendariamente como TACAY PAMBA o “Pampa del golpe”. Pueden haber sido varios los gestores, pero recordaremos al Club Tacabamba de Lima con su Presidente el Dr. Manuel Collantes Quijano; también a los profesores del San Juan de Chota don Grimaldo Olano Herrera y don José Santos Fernández Marlo, quienes se entrevistaron con el Director de Educación Secundaria del Ministerio de Educación don Flavio Villacorta Gutiérrez , tanto en Lima como en Chota, para pedirle la creación del colegio.

El susodicho tío, egregio preceptor normalista de antaño fue invitado para ser su primer Director por una comisión organizadora del flamante colegio cooperativo, el mismo que no dudó en aceptar.

Un año de funcionamiento ejemplar, en que se sentaron las bases de un buen colegio y se consiguieron los muebles, enseres, organización curricular y profesores idóneos, con la decidida y entusiasta contribución de los padres de familia con su Presidente don Telésforo Cieza y la Municipalidad con su Alcalde don Manuel Francisco Camacho Herrera. El Colegio Cooperativo Municipal se creó en 1960 y funcionó en 1961.

Después intervino el ciudadano don César Adán Herrera Delgado, que habiendo sido condiscípulo del Ministro de Educación don Alfonso Villanueva Pinillos en el San Ramón de Cajamarca, aprovechó la visita de éste a Chota en la celebración del Centenario del Colegio, para pedirle la nacionalización del Bartolomé Herrera de Tacabamba, lo que fue concedido. 


(En esta fotografía: Acto de clausura del año académico 1961 – El Dierctor Heriberto Bocanegra otorgando el primer premio al alumno Carlomán Delgado. Observan el Presidente de la Asociación de Padres de Familia don Telésforo Cieza , el Dr. Alejandro Valdivia y la Profesora Clementina Castro de Latorre) 

La voceada nacionalización del colegio resultó ser muy diferente a lo gestionado y ofrecido. Se produjo en realidad la creación de un nuevo colegio en 1961(Nacional), quedando sin efecto y sin razón de ser el Colegio Cooperativo Municipal Bartolomé Herrera, al que todos dejaron de lado, incluyendo al alumnado, excepto sus pertenencias. Este último heredó todos los implementos del primero y procuró su aislamiento y olvido. En aras de solucionar este problema se puso a funcionar el segundo año del Cooperativo, como un colegio diferente, con otro Director la Srta. Elena Gálvez Casaux. Al final se consiguió asimilar los pocos alumnos a los del Colegio Nacional. Solamente prevalece hoy como un año más de que este distrito tuvo un colegio secundario que dejó huella en la trayectoria histórica de la educación local.

Ahora diremos la identificación del Director, que es objeto de esta nota que trae como condimento algo de historia. Se trata de don SEGUNDO HERIBERTO BOCANEGRA MONTENEGRO que dedicó los mejores años de su vida a la educación primaria de su pueblo y cuya incredulidad nada tiene que ver con su loable e histórica labor al frente del primer colegio en Tacabamba, si no mas bien, con una anécdota familiar que fuera comentada por muchos y por mucho tiempo.

El Sr. Bocanegra llegó a su terruño donde aún tenía algunas de sus hermanas, procedente de Lima donde residía, acompañado por una niña, su hija Socorrito, la menor en edad y talla de todos los que iniciaban sus estudios en ese flamante emporio del saber, era el año de 1960.

En una de las esquinas de la plaza tenía su tienda la señora Elvira Bocanegra de Gálvez, lugar obligado del pase de la mayoría de los estudiantes rumbo a su local. Dicha señora había observado que su sobrina “Corrito” al pasar casi siempre lo hacía en compañía de uno de sus compañeritos, cosa normal por supuesto, pero después, veía que platicaban sospechosamente por el atrio del frente, también había visto otras cositas que sólo corresponden a los enamorados, todo lo que la dejó muy sorprendida, dado a que en aquellos tiempos y en ese medio eso era inusual.


Cerciorada totalmente y con plena seguridad, la tía decide conversar con su hermano al respecto. De tal manera que en el primer encuentro lo cita para tener una conversación confidencial.

Llegado el momento, empieza a contarle lo que gradualmente había visto desde su tienda, ante lo cual el referido, sonriente le trataba de convencer que eso no tiene nada de malo y que es muy natural entre compañeritos de colegio. Y cuando le seguía contando el resto, un tanto sorprendido y hasta ruborizado ya el papá Director exclamaba: ¡No puede ser! ¡Has visto mal hermana!.

Seguía desenvolviéndose el chisme y el señor Bocanegra, incrédulo totalmente, repetía: ¡No te lo puedo creer! ¡Todo te puedo creer menos eso!

Posiblemente se tomaron las medidas correctivas y muy seguro de la forma pedagógica más conveniente como tenía que ser.

No se supo cómo, pero este episodio trascendió en los medios tacabambinísticos, siendo comentado jocosamente, perdurando estas interjecciones hasta ahora, como una manera de ridiculizar ciertas verdades chismográficas y de circulación pueblerina: “TODO TE PUEDO CREER, MENOS ESO……ja ja ja….”.


Tacabamba, Setiembre de 1985. - bocanegraaugusto@hotmail.es 

“La ingratitud es el crimen más grande que se atreva el hombre a cometer”. (Simón Bolívar)

“El agradecimiento envejece rápidamente”. (Aristóteles)

“Por desgracia son más fáciles de contar los que recuerdan los beneficios que los que los olvidan”. (Concepción Arenal)

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