martes, 30 de julio de 2013

33. DE REPENTE, DE REPENTE

DE REPENTE, DE REPENTE 

De dos años acá se propaga como una incontrolable epidemia el uso y mal uso de la palabra compuesta “de repente” en las conversaciones, exposiciones, reportajes, discursos, declaraciones, conferencias, y toda cuanta manifestación verbal tenemos que escuchar directamente entre personas que conversan, o mediáticamente, en la radio, la televisión, teléfono, etc. 

Me temo (“de repente”) que puede ser incontrolable si no tomamos las providencias del caso, como se está haciendo (“de repente”) con la neumonía atípica o la gripe de los pollos, que amenazan (“de repente”) a la humanidad. 

Escuchaba la exposición de versado personaje en un prestigioso auditorio, y desde un principio tuve la minuciosidad de anotar el número de veces que en media hora de peroración repitió el ya en boga “de repente”. Nada menos que la friolera de 23, suficiente para amenazar de muerte al lenguaje del expositor y al buen sentido del oído del sufrido público asistente.
 
Y ¿qué es eso de “de repente”? . Según el diccionario y la buena costumbre repente viene del adjetivo repentino y significa súbito, impensado, pronto, no prevenido. Anteponiéndole de se convierte en un adverbio de modo “de repente” que quiere decir no preparado, improvisado, no previsto, etc. 



Su empleo no está prohibido, naturalmente, pero su uso debe ser mesurado y ajustado sobre todo a las reglas y estilos de la locución, especialmente ceñido a la semántica, pues resulta por demás grosero emplearla inapropiadamente en su significado. 

Algunos la usan reiterada e inconscientemente, como si sería un tic nervioso o un vicio de dicción. Resulta patético el grado de imitación que cunde, y mal uso que se hace del adverbio “de repente”. 

Lo sensato es cerciorarse de la verdad, constatar este fenómeno de la comunicación verbal, sólo así podremos evitar que uno mismo cometa este error; pero esto no basta, procuremos en lo posible que los demás hagan lo propio y no pisoteen alegremente nuestro ya alicaído idioma. Sugerir, hacer observaciones, enseñar, hacer críticas constructivas; muy en especial en los centros educativos, universidades, instituciones culturales, etc. 

No es este escueto tema una muestra de refinada gramática, ni menos puritana erudición, es simplemente el deseo de colaboración con el prójimo en el campo de las letras.“De repente” es usted quien necesita este consejo, aprovéchelo “de repente”. 

Chiclayo, 30 de Enero del 2009 

bocanegraaugusto@hotmail.es

“Nunca más vuelvas a saludar el amanecer sin una meta”. 

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