Tuspón (que en un principio fue Muspa) se llamó la hacienda que en la época virreinal fue asignada a la familia Bocanegra venida de España en el siglo XVIII. Desde aquí, Tacabamba (Chota - Cajamarca) se esparció el apellido a muchos lugares del Perú. En la actualidad se encuentra dividida en dos centros poblados: Tuspón de Chiguirip y El Naranjo de Tacabamba.
Con motivo de la Feria Patronal de Septiembre llegan hasta "La sucursal del cielo" muchos Bocanegra desde el Nor Oriente Peruano: Jaén, Bagua, Nuevo Cajamarca, Moyobamba, Soritor, Rioja, Tarapoto, etc., a ellos, en especial los saludo y les doy la bienvenida a la tierra de sus ancestros y que con la tradición que traen, tengan una inolvidable estadía y regresen complacidos, no sin antes invitarlos al PRIMER ENCUENTRO BOCANEGRA del 1° de Noviembre en CHICLAYO, igual que a los que arriban desde otras latitudes.
Me satisface alcanzarles un importante artículo escrito en 1,999 por Robinson Bocanegra Guerra que a la letra dice:
SEMBLANZA DE DON DAVID
BOCANEGRA VÁSQUEZ
La
antigua ciudad de Moyobamba a través de la historia ha sido codiciada para ser
visitada y conocida por gentes de nuestra amazonia y de la sierra norte,
principalmente. Movido por esa inquietud y con afanes mercantiles llegó a la
gran capital sanmartinense don Juan Bocanegra, natural de Tacabamba, Cajamarca.
Luego de contraer matrimonio con la señorita moyobambina Casimira Vásquez
decide residir en la encantadora ciudad de las orquídeas. Aquí nace DAVID BOCANEGRA
VÁSQUEZ el 22 de diciembre de 1893 y con él inicia la expansión de una
distinguida genealogía.
Cuando
concluía la primera década del siglo veinte llegó a Soritor el joven David para
desempeñarse como Maestro de la Escuela de Varones de la localidad. Próximo a
cumplir 18 años de edad ya tuvo el gran reto para dirigir el aprendizaje de los
niños y adolescentes que, como en cualquier época, estaban ávidos de recibir
las sabias enseñanzas de sus preceptores.
Por
ese entonces Soritor era un pueblo pequeño pero guardaba sus encantos naturales
reflejados en la belleza de su floresta, la bondad de sus ríos y la fertilidad
de sus tierras que permitían avizorar el significativo desarrollo al paso de
los años. Sumado a la exuberancia que
impresionaba a primera vista, estaba siempre la expresión de
hospitalidad de los soritorinos. Todo aquello embelesó al mozuelo David.... que
terminó queriendo a Soritor más que a su terruño, porque fue aquí donde pasó el
resto de su vida comprometido con todo aquello que ha significado el progreso y
bienestar de la población.
Convencido
de que sus sueños se cristalizaban entre la fraternidad y la apacible vida
pueblerina, decide formalizar su hogar, contrayendo matrimonio con la
distinguida señorita soritorina Domitila Pérez Mosqueda, con ella procreó seis
hijos: Florinda, Celso, Fidencio, Laura, David Segundo y Calwin. Ellos se forjaron como ciudadanos de bien al
lado de otros vástagos que tuvo y extendieron la descendencia que sigue
arraigándose dejando huellas de gran relieve en cada generación. Muchos hoy
continúan trabajando por el progreso de Soritor, inspirados en el entusiasmo de
aquel joven moyobambino que un día vino y se enamoró de esta tierra de mil
encantos y de promisorio porvenir.
Lily Bocanegra Paredes
¡Don
David!... Así fue el trato afable que le daban los que le conocieron. Ha sido
un hombre emprendedor y consecuente con sus propósitos, muy carismático y
tolerante; innovador y polifacético; de fluida palabra y muy elocuente.
Cuando
creció su responsabilidad familiar se hizo sastre, oficio que le dio buenos
ingresos por ese entonces, pues dejó el magisterio por unos años para dedicarse
a complacer los gustos del vestir de sus clientes.
Sin
embargo, impulsado por su vocación de servicio a los niños y jóvenes tuvo que
volver a las aulas, desde entonces se constituyó en uno de los maestros más
distinguidos de su época gracias a sus cualidades innatas y a la fructífera
tarea autodidáctica que profesó hasta el fin de su vida.
Ser
maestro va más allá de la acción generadora del aprendizaje, pues exige el
cumplimiento de muchos roles que la misma realidad social le asigna, es el
paradigma de la comunidad donde le toca coexistir. Don David Bocanegra Vásquez
vivió todas las experiencias expresadas por su sentimiento humano y fue
orientador por excelencia de muchas generaciones en las que dejó huellas
indelebles y las bases firmes para el éxito en la vida.
Soritor
por ser un pueblo pequeño no contaba con los servicios de enfermeros, menos de
un médico. Esta necesidad hizo que el maestro David se preocupara por la salud
de la población y se constituyó, primero, en el boticario de la comunidad y más
tarde en el "enfermero" y experto curandero que ejercía basado en
vegetales y productos fármacos básicos. Su gran ingenio le permitió elaborar
jarabes y otros preparados que
resultaban efectivos contra los males más comunes. Por muchas décadas los
pobladores validaron sus prescripciones y era común decir: Don David lo recetó,
te hará bien.
Raúl Vásquez Bocanegra
La
emoción social era su principal cualidad y por méritos propios ganó la simpatía
y confianza de todos. Muchas veces fue juez de paz y Gobernador del distrito,
dirigió instituciones y en toda su existencia honró al pueblo que le abrigó en
su regazo, siendo Alcalde en cinco oportunidades. Representando en estos últimos
cargos y superando las grandes limitaciones económicas y el olvido en el que
estaba sumido Soritor, supo trabajar con mucho ahínco para forjar el cimiento
de la ciudad que hoy tenemos y a la que mañana veremos encumbrada para
satisfacer nuestros sueños y aspiraciones.
Muchas
son las huellas que dejó este modesto ciudadano que testimonió con sus buenas
actitudes y trabajo consecuente su gran
amor por la tierra que un día le acogió y le dio la oportunidad de servirla.
Próximo
a cumplir 91 años de edad la inexorable muerte apagó la luz de su vida el 28 de
noviembre de 1984. Sus restos yacen en las frías losas sepulcrales en un lugar
preferencial del Cementerio Los Ángeles de Soritor, en el rincón que él
construyó para ser colocado y junto a él su entrañable y adorada Domitila para
que sus almas, superando las vicisitudes propias de la convivencia humana,
alcancen la eternidad de la paz conyugal después de esta vida, más allá de la
muerte y ante los ojos indulgentes de Dios.
Elva Luz Bocanegra
Transcurridos
doce años de aquel viaje sin retorno, y en 1996 los padres de familia de la
Escuela Primaria de Menores N° 00937 que acababa de crearse decidieron
perennizar el nombre de este egregio educador y connotado ciudadano proponiendo
que la Escuela debería llamarse DAVID BOCANEGRA VÁSQUEZ. No hubo mayores
comentarios, valió el argumento del que lo propuso y resolvieron por tal
nominación. Así la sociedad Soritorina guardará en la memoria de las futuras
generaciones el nombre y obra del personaje que entregó su vida a la educación
y el desarrollo del pueblo; aquel que hoy recibe cálidamente a muchísima gente
que con la misma emoción y fascinados por la riqueza de los suelos siguen
llegando para forjar un futuro mejor y la vez contribuir al progreso de esta
tierra fraterna y de mil encantos.
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Por :
Róbinson Bocanegra Guerra.
Soritor, mayo de 1999.
Chiclayo, Sept. 2014 bocanegraaugusto@hotmail.es
LOS BOCANEGRA, DONDE QUIERA QUE RADIQUEN, HACEN HONOR A SU NOTABLE APELLIDO. SALUDOS ESPECIALES PARA JIMMY, CARLOS, ROBINSON, Y CON ELLOS A TODOS LOS PARIENTES.
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