miércoles, 31 de julio de 2013

103. LOS SÁNCHEZ Y LOS LLATAS (Bandolerismo Sec.4)

LOS SÁNCHEZ Y LOS LLATAS

 (Bandoledismo – sección 4)

Los bandoleros Sánchez reinaban en Las Tunas, estancia cercana a la ciudad, vía Cutervo. Los principales eran los hermanos Nazario, Guillermo y Santos, apoyados por los Muñoz de Ayaque.

Los Llatas eran temibles por su crueldad, bandoleros que vivían en La Laguna y en Ayaque. El jefe era Eulogio que por cada muerte que hacía colocaba una raya o señal en su carabina, la que ya no tenía donde ser marcada. Lo secundaban sus hermanos Toribio Grande, Toribio Chico e Isabel, además sus sobrinos Leandro, Hilario y Pablo.


Por motivos que se desconocen, pero que no pueden ser otros que la política, los linderos y las represalias, los Sánchez asaltan, capturan y secuestran a don Lizardo Zevallos Cardoso, hombre notable de la ciudad, Gobernador y Alcalde en diferentes oportunidades, en circunstancias en que viajaba a Chiclayo. Se dice que lo llevaron y ocultaron por las campiñas de Conchán.

Al cundir la noticia, Artidoro Mejía y sus hombres de armas van a combatir a los Sánchez en La Tunas, en cuyo enfrentamiento resultaron muertos dos bandoleros, uno del grupo de los Muñoz que estaban de lado de los Sánchez y el otro de los Mejía. Cayó herido el joven Fiacro Quijano Ceballos cuando trató de recoger la carabina del segundo de los muertos mencionados. Tomo parte activa a favor de su suegro Lizardo, don Rodolfo Bocanegra Loayza.

Eulogio Llatas también cometía sus crímenes “a sangre fría” con estoque y “en refriegas” con machete, especialmente los días domingos. Uno de aquellos rutinarios, con sabor a coca, pólvora y sangre, aguardiente, lágrimas y cal; se batía a duelo, cuerpo a cuerpo y a machetazo limpio con otro temible criminal llamado Lauriano Vásquez, en plaza pública y ante el estupor y griterío de numerosa concurrencia. Lauriano se pegaba al cuerpo de Eulogio neutralizándole los golpes de machete, se veían choques de las

filudas armas de primer tamaño, amenazantes roces en los empedrados que sacaban chispas y el sonido claro y prolongado daba la certeza de ser legítimos fierros acerados. Al fin cayó derribado “el facineroso” y recibió algunos machetazos en el suelo de parte de su contrincante Vásquez, pero amortiguados por los quites, choques y pataleos; momentos en que llegaron los tres restantes Llatas, ante lo cual Lauriano escapa perseguido a toda carrera por sus enemigos.

Mientras tanto también llegó a la plaza uno de los hombres fuertes de los Mejía. el famoso Carmen Tirado, rastrilló las cinco veces su Smit Wesson 38 encañonando al herido que ya era llevado por su gente. Ningún tiro disparó y Eulogio se salvó. Minutos después en los comentarios Carmen Tirado probó su revolver al aire y los cinco tiros dispararon. Qué rareza, decían, ha hecho un milagro “el facineroso”.

No pasó mucho tiempo y Eulogio Llatas fue emboscado y muerto por los Sánchez en el trayecto de Ayaque a las Tunas. Santos le atravesó el pecho de un balazo y cuando intentaba escapar así herido fue acribillado a puñaladas por Guillermo y Nazario.


Familia Zevallos Quijano - 1930

Norvil Alejandro Zevallos llegó desde Chongoyape con diez soldados del ejército llamados los “Oques” para rescatar a su padre don Lizardo, pero ya había sido liberado, sin embargo lograron capturar a Guillermo Sánchez, lo obligaron a excavar su sepultura, lo fusilaron y enterraron en el acto.

A poco, Nazario Sánchez fue muerto por Eulalio Tapia, era el año 1928.

Mario era un humilde peón de la estancia de Cardón que trabajaba en muchas casas de la ciudad. Un domingo de aquellos fue confundido por los bandoleros y lo asesinaron. El pueblo quedó muy conmovido y conserva su recuerdo hasta hoy y lo que es más, venera su calavera y reconocen los milagros del “Alma de Mario”.

Otro día, Presentación Tantaleán, famoso bandolero cuyos dominios estaba en La Palma, Chaccha y Cardón tuvo urgencia de bajar a la plaza de la ciudad y lo hizo sin protección de sus guardaespaldas, ni siquiera de “Grano de Oro” su excelente tirador un moreno costeño especialmente contratado en aquella nefasta época del bandolerismo. Avisado de esto Artidoro Mejía Cubas jefe de los bandoleros de La Banda, Luzcapampa, Pusanga y la ciudad, dispuso que Homero Segura Corcuera le saliera al paso, pero aquel escapaba por la esquina estrecha del Jr. Olaya. Cuando Homero estaba en la esquina encarando su carabina, Presentación saltaba la barda que a una cuadra daba a las invernas. Disparó y mandó traer el cadáver, pero no estaba, las huellas de sangre llegaban a la quebrada, aguas abajo hasta la toma del Puquio, donde desaparecieron. Había seguido el curso del agua hasta los puquiales del Carricillo de donde pudo escapar por el cerro de las Tres Cruces. Solamente había perdido los testículos. Durante muchos años despertaba los más variados comentarios.


(Homero Segura C  y  Artidoro Mejía C.)

Moraba en Ayaque un armero de renombre, desde muy lejos le traían armas de fuego para su reparación. Era don Rodolfo Pardo Herrera. Nadie atentaba contra él porque todos los bandoleros lo necesitaban. Atendía a los grupos y clientes disponiendo turnos en diferentes fechas, tanto para dejar, como para sacar sus armas, con la finalidad de que no se encuentren entre enemigos y se maten en o cerca de su casa.

Durante el gobierno nacional de Augustro B. Leguía, se envió a todos los pueblos del norte la Policía o Guardias Civiles a los que llamaban Guaylulos por los colores de su uniforme. Tuvieron una ardua labor para desintegrar el bandolerismo requisando el armamento. En tacabamba la Policía estaba al mando del sargentro Rimachi que tuvo que actuar con mano dura. Las armas eran llevadas por cargas en acémilas vía Chota. El bandolerismo quedó develado además por los continuos terremotos entre 1928 y 1930 que hacían creer en un castigo divino.


1 comentario:

  1. No sabia de esta historia tan tragica de la vida de mi Padre, si bien es cierto lo habia escuchado en algunos comentarios de mis hermanos mayores, pero no prestaba atencion pensando que era solo eso comentarios, hasta ahora veo que era real y esto me ha hecho sentir muy triste por ël no sabe cuanto, ahora entiendo su sufrimiento,....aunque fui muy niña cuando murio lo tengo en mi mente y lo recuerdo simpre nosabe la falta que nos hizo sobre todo a mi el era mi chochera......que mi Diosito lo tenga en su Gloria .....!!!!!

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