martes, 30 de julio de 2013

27. EN AVIÓN A CONVENCIÓN

EN AVIÓN A CONVENCIÓN


La facción progresista de las Fuerzas Armadas, con el General Juan Velasco Alvarado a la cabeza, había tomado el poder el 03 de octubre de 1968 derrocando al Presidente Constitucional Fernando Belaunde Terry.

Terminaba ese año y la S.N.A. (Sociedad Nacional Agraria) veía peligrar su organización y sus fines conservadores en el agro, por lo que llamó a las Asociaciones Agrarias afiliadas de todo el país para constituirse en convención y acordar acciones preventivas ante la inminente reforma agraria voceada por el Gobierno Revolucionario.


Muy pocas eran las asociaciones del departamento de Cajamarca y entre ellas la de Agricultores y Ganaderos de Tacabamba fue invitada también a participar con tres delegados en la Convención Nacional de Huampaní – Lima, con todos los gastos pagados por la SNA.
Acordada la asistencia, fuimos designados : Jorge Gálvez Asurza, Roberto Sempértegui Tan y el suscrito, los que en fecha prevista iniciamos el viaje de ida de tres días.

Encontrándonos en el aeropuerto de Chiclayo y en la sala de espera, Roberto que por primera vez tenía que volar, entusiasmado invitó a sus compañeros al bar; saboreamos apetitosos sándwiches de pavo y gaseosa, ..........pero el momento de pagar, sufrió “frío y calenturas”, eran en efecto demasiado caros., lógicamente. Los canceló a regañadientes, luego de agotar sus reclamos y regateos.

Ya en el avión que en sólo una hora nos conduciría a la Capital, llegado el momento del refrigerio las aeromozas ofrecían a los viajeros dos alternativas a tomar, ante lo cual Roberto dijo airadamente que no quería nada, comentando que si abajo en tierra cuesta “un ojo de la cara”, aquí, a esta altura, el precio estará “por las nubes”. Le explicábamos que eso no es así, que por lo que están sirviendo no se paga, que está incluido en el pasaje y otras razones. Aceptó, pero previno que no pagaría. Los demás pasajeros festejaron la ocurrencia de nuestro paisano, pero ignoraban que este personaje iba a una convención nacional representando a Pushanga su comunidad y que este honor le depararía gratas e inolvidables vivencias, algunas anecdóticas.

Brillantemente hospedados y finamente atendidos en el Centro Vacacional de Huampaní, empezaron las disertaciones, ponencias, discusiones, trabajos en grupo y finalmente las conclusiones sobre Reforma Agraria, en las que no se tomaron en cuenta para nada las pocas opiniones a favor; la mayoría, terratenientes y empresarios dieron los lineamientos de una pseuda reforma que convenga a sus intereses.

Visitamos Palacio de Gobierno, nos recibió el Presidente Velasco, uno a uno estrechamos su mano, al ver TACABAMBA en nuestro solapero nos pidió explicación: ¡Ah....... chotanos......¡dijo y sonriente nos abrazó cortésmente. 



Un representante explicó los alcances de la Convención; pero a su turno el General no hizo más que afirmar que se daría una profunda reforma.

La clausura del evento, al tercer día de inaugurada, tuvo ribetes de gran celebración con asistencia de ministros, directores y representantes de la Banca. El opíparo banquete, un mar de whisky y los discursos sellaron la reunión. Lo mucho de comida que sobró en las mesas sugirió a Roberto echar a su cartapacio una bien hornada pavita, disqué para su fiambre del día siguiente en que emprenderíamos el regreso. A media noche, olores fétidos despertaron a muchos en el Hotel de Huampaní y ante la protesta el paisano tuvo que sacar su pavita descompuesta y esconderla no sé dónde. Al día siguiente al entrar en el bus que nos llevaría al aeropuerto, reapareció la pestilencia del fiambre que nadie quiso soportar y ante nuestra exigencia no tuvo más que arrojarlo por la ventanilla al pasar el puente sobre el río Rímac al salir del Centro Vacacional, diciendo: ¡adiós pavita palangana,........ te vas tú y yo me quedo con la gana¡.

Augusto Bocanegra Gálvez. 1968. - bocanegraaugusto@hotmail.es

“El tiempo y el desengaño son dos amigos leales que despiertan al que duerme y enseñan al que no sabe”.

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