martes, 30 de julio de 2013

55. DEMANDA COMPROMETEDORA

DEMANDA COMPROMETEDORA 

Don RODOLFO BOCANEGRA LOAYZA, de apellidos muy caracterizados en Tacabamba, joven apuesto e inteligente que destacó en los estudios, trabajo responsable y diversas artísticas ocupaciones. Pese a su corta vida, supo granjearse el aprecio y la consideración de todo el vecindario por su don de gentes y sus actividades sociales. Hijo de don Juan Bocanegra y doña Esther Loayza Herrera, nació en el año 1900 y una fulminante neumonía le arrebató la vida el 31 de Diciembre de 1937. Se desempeñó como Jefe de la Caja de Depósitos y Consignaciones (Hoy Banco de la Nación) tanto en Tacabamba como en Llama. 


Rodeado de muchos amigos incursionó en la bohemia de su tiempo, cantante y guitarrista de noctámbulas hazañas, serenatista, jaranero y galán de buenas prendas.

Contrajo matrimonio en 1924 con una de las más bellas señoritas del lugar, perteneciente a una familia distinguida, doña VICTORIA ZEVALLOS QUIJANO y procreó tres hijos que fueron Napoleón, César y Esther. 

En diversas ocasiones fue nombrado Juez de Paz, cargo que cumplía con esmero y sabiduría, salvo en aquellos casos en que, como consecuencia de sus travesías amicales se veía en la necesidad de obrar con sagacidad y soslayo. (1930 - 1937) 

Entre muchas anécdotas podemos narrar LA DEMANDA DE DOÑA BERNA. Era una mujer añeja y solitaria, llamada Bernabé Pardo, pero la conocían y trataban como “Berna”. Muy popular porque todos los años celebraba “La fiesta de la Cruz”, aquella que presidía la loma de su terreno en el Puquio, hoy un barrio de la ciudad. (Ver en este blog Tema 20) 

Las noches de parranda, lo que hoy sería la “collera”, grupo de por lo menos una decena de amigotes, trasnochaba entre guitarras y acordeones, violines y rondines, bailes, serenatas y sendos copetines, no finalizaban por la madrugada sin antes servirse un suculento “caldo de gallina”. 

Entre los que lideraban este equipo estaban don Rodolfo Bocanegra y don Leonardo Delgado, quienes disponían que los más “aparentes” (diligentes)consigan compradas las gallinas, de hecho que lo hacían, pero visitando furtivamente el gallinero de doña Berna, quemaban debajo un poco de azufre y corrían con las primeras que caían casi asfixiadas, para que otros “también aparentes en cocinería” que esperaban, las preparen en riquísimo caldo reconstituyente. 

 

Doña Berna se propuso "cestearlos" (estar vigilante) y en una de las próximas desapariciones fue a demandar a los palomillas malhechores ante el Juez de Paz don Rodolfo Bocanegra. Dada la orden y llegados los comparecientes, que discretamente habían sido avisados e instruidos, empezó la demanda: Doña Berna aseguraba que los había visto, los denunciados se negaban, el juez reconvenía que podría haber sido una confusión, tal vez una mentira de parte de la demandante. Tienes que jurar ante un Cristo decía y tomar un vaso de agua. Si haces gesto al beber estás mintiendo o los has confundido. Doña Bernabé aceptó la propuesta del juez porque tenía la seguridad de su denuncia; pero llegado el momento, luego de que el Juez pidiera a una vecina suya, traer un crucifijo y un vaso de agua, fue imposible que bebiera, amargaba tanto que gesticulaba horriblemente y se dio por vencida. “El agua había sido mezclada previamente con polvo de quinina”. No ha pasado nada señores, "caso cerrado", pueden retirarse, no tienen que pagar. Tras esta demanda, hubo de disolverse el grupo de bohemios mencionados, pues el mismo juez los había conminado por comprometer seriamente su autoridad.

"La amistad tiene su lugar, la justicia la ignora". 

“Cuando la voz de un enemigo acusa, el silencio de un amigo condena”. (Ana de Austria) 

“Bebe y come con tu amigo, pero no trates con él de negocios”. (Proverbio anónimo) 

“El que tiene al juez como fiscal necesita a Dios como defensor”. 

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