TACABAMBA Y SU PATRONO
¡Misericordia Señor! ¡Misericordia!Es la exclamación ante la hecatombe, el grito de estupor frente al desastre y la desgracia. Es la expresión pasmosa del sufrimiento insoportable, del dolor, la enfermedad y la muerte, que son estados inherentes al ser humano.
También es la voz de esperanza y de consuelo para la vida, para la salvación y la piedad.
Se pide, se espera y se recibe misericordia, auxilio y protección. Dios se la da abundantemente y el hombre de manera relativa cuando se compadece del prójimo y le tiende su mano generosa. Esta última, la misericordia humana parece estar reñida con la justicia y el derecho, que con el avance, transformación y perfeccionamiento del mundo, los conceptos de compasión, misericordia, caridad, limosna, etc, pasarán a la historia.
La población católica de Tacabamba, provincia de Chota, Región Cajamarca, encamina su fe, la acrecienta y rinde ferviente culto a su Patrón Espiritual el SEÑOR DE LA MISERICORDIA.
Los tacabambinos donde quiera que radiquen hacen lo propio.
Es la proyección de Cristo sobre nuestros lares, representado por una hermosa efigie de Jesús en los trágicos momentos de su pasión, cuando es mostrado por Pilatos y el pueblo judío enardecido pide a gritos su crucifixión.
Puesto de pies, estatura normal, viste una espléndida túnica morada con artísticos bordados en oro. Tiene la cabeza ligeramente inclinada hacia la izquierda y hacia abajo, coronado de espinas y tres potencias de amor que irradian divinidad. Sus preciosísimos ojos nos infunden su piedad. Con su cara torturada y semblante de perdón, nos contempla imperturbable, pleno de resignación y magnanimidad.
Sus manos juntas encadenadas por delante y sobre sus hombros decaídos abundante ensortijada cabellera.
Patrón o Patrono, sinónimo de Protector o Defensor. Escogido por nuestro pueblo para guiar su convicción religiosa, para identificar y distinguir al lugar de nuestro común origen, a la Patria Chica, con todo su bagaje de valores, para enriquecer nuestra historia, fortalecer los días que nos ha tocado vivir y dar la esperanza de un futuro promisor, como todos los pueblos que tienen su Santo Patrono, sus fiestas y costumbres ancestrales que son los pilares fundamentales de su propia cultura.
RESEÑA HISTÓRICA :
En sus orígenes y en el incanato, Tacaypampa, con sus dos tribus aborígenes los YUNKAS y los ICHCANES, tuvo como dioses a dos estatuas de oro macizo: el KORIKERO (perol de oro) y el CORILLAMA (llama de oro) respectivamente.
Cuando se establecieron los españoles en este lugar, se encomendaron a la protección del apóstol SAN BARTOLEMÉ, quien, como Patrón condujo la fe durante 300 años (1545 - 1850), dando su nombre a esta extensa parroquia. Su fiesta era el 24 de Agosto.
En el año 1850 llegó a Tacabamba el religioso Fray PEDRO ANTONIO DE LESETA, ecuatoriano, de la Orden de los Predicadores, como cura adjunto o ayudante, quien, había partido de Quito, visitando los pueblos norteños difundiendo la fe en una imagen que portaba, solamente busto, adornos de color morado, en una elegante caja de madera con puerta con vidrio, que exhibía la conmovedora belleza de la faz de Cristo en los momentos deicidas de su pasión. Era el SEÑOR DE LA MISERICORDIA, cuya fiesta celebraban el 28 de Julio y el consiguiente medio año el 28 de Enero.
Leseta pregonaba las 7 Obras de Misericordia Espirituales: Dar buen consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que se equivoca, consolar al afligido, perdonar al que nos ofende, sufrir con paciencia los defectos del prójimo, rezar por los vivos y los muertos y las 7 Obras de Misericordia Corporales: Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, dar posada al forastero, visitar a los enfermos, visitar a los encarcelados, enterrar a los muertos. Preceptos que la feligresía no solamente aprendía, sino que en especial, los ponía en práctica; de allí que Tacabamba adquirió renombre desde entonces por su benevolencia y hospitalidad. Decía además el predicador errante, que en el lugar donde él muriera, el Señor quedaría en forma definitiva.
Solía permanecer hasta un año en cada lugar, pero Tacabamba fue la excepción, tanto por la labor desplegada, como por el cariño y solicitud con la que lo trataban. Por tales circunstancias, fue nombrado Párroco reemplazando al sacerdote José Manuel Romero.
Cumplida su labor y teniendo que seguir a otros lugares, mandó esculpir en madera una réplica de la imagen para dejarla, que por más que se esmeraron los escultores no lograron siquiera un parecido, cosa que el conductor aseguraba que en ningún lugar lo habían conseguido y que posiblemente así sería en la posteridad.
Sin embargo, ante el clamor de los fieles se elaboró un memorial y lo elevaron hasta el Obispado de Trujillo solicitando que Fray Pedro Antonio siga al frente de la parroquia de San Bartolomé, documento fechado el 29 de Setiembre de 1855 y encabezado por las firmas de las autoridades: Juan de la Mata Vásquez (Alcalde), Mariano Hipólito Vásquez (Gobernador), José Félix Olano (Juez), y como cura compañero el tacabambino Manuel Eustaquio Oblitas. Fueron atendidos en su petición, pero por la quebrantada salud del religioso acaeció su fallecimiento en Noviembre, mismo mes y año en que al cumplirse tal designio de su conductor, Tacabamba se convierte en la hermosa mansión del Señor de Misericordia al proclamarlo su Patrono. Consideremos entonces que desde 1850 en que llegó, tenemos al Misericordioso.
La réplica confeccionada quedó instalada de todas maneras en el camerino del Señor de Las Ánimas (con desgonces) por muchos años, hasta 1971 en que para dar paso a la reconstrucción del templo se distribuyeron las imágenes de los santos en diferentes capillas de las estancias.
A pocos años de tener nuevo Patrono (1880), los mejores artistas de la localidad, confeccionaron al heredado busto del Señor un cuerpo de armazón de madera recubierto por capas sucesivas de tejido crudo (crudio) encerado, con brazos del mismo material en los que incrustaron las manos, mandadas confeccionar en Chiclayo por don José Félix Olano. Lucía desde ya de cuerpo entero, con una luenga túnica morada que parecía cubrir totalmente los pies que no los tenía.
Se dice que entre los muchos milagros del Señor de la Misericordia, acaecidos hasta ese entonces, el más importante fue el haber escogido a Tacabamba como su sede y por ende a los tacabambinos como sus fervientes seguidores.
Un día de agosto de 1882, mientras un pelotón de soldados chilenos marchaba con rumbo a Tacabamba, persiguiendo a los hombres de Marcos Tapia y Francisco Villacorta Vigil, sacaron en procesión al Señor de la Misericordia. Pocas horas después se supo que los defensores sorprendieron al enemigo en la quebrada de Querorco, obligándolos a replegarse a su cuartel del local del colegio San Juan de la incendiada Chota. (Ver art. Tacabamba y la Guerra con Chile)
Por la iniciativa y el gran entusiasmo de don Mesías Silva se estableció a partir del año 1892 la Fiesta del 14 de Setiembre en honor de nuestro Patrón, ya que la ocasión era propicia debido al cuantioso contingente que desde lugares lejanos pasaban a Anguía para venerar a la Virgen de los Dolores el día 13. En la actualidad esta festividad adquiere ribetes de gran celebración dada la solemnidad manifiesta, la feria comercial, exposiciones agropecuarias y artesanales, eventos culturales y artísticos, grupos y bandas musicales, bailes sociales y populares, feria taurina, etc. Se ha convertido en una gran oportunidad para el reencuentro de paisanos y amistades que se congregan desde diferentes lugares del país y del extranjero. El medio año se celebra el 14 de Marzo.
En el año 1945 la imagen del Patrono fue restaurada en Lima, donde le confeccionaron un cuerpo escultórico en ébano, con túnica de ello mismo. La cabeza y las manos fueron finamente retocadas. Esta obra estuvo a cargo de un Comité presidido por el Sr. Reynaldo S. Bocanegra Vásquez y el encargado de llevar al Señor a Lima fue don Víctor Manuel Cardoso Sánchez. La despedida en el mes de mayo fue un acontecimiento de indescriptible pena y dolor popular que lindaba con el llanto, pues la procesión no solamente recorrió la ciudad sino que acompañó al Señor hasta Las Tunas, donde embalaron la imagen en un gran cajón con todas sus joyas y accesorios que también debían ser restauradas en Lima. Marchas fúnebres y yaravíes interpretadas por la banda de músicos daban la nota melancólica del adiós al Santo Patrono, no sólo se temía la dolida ausencia, sino que podría acaecer su no retorno. Ocho cuadrillas de cargadores y seis jinetes de acompañantes iniciaron la travesía por los caminos de la altura, pasaron por Cochabamba, Huambos, Llama y después de tres días llegaron a Lisco cerca del río Cumbil, donde esperaban los hermanos Olano Asurza con su camión que condujo la divina carga hasta Chiclayo. Allí le brindaron una cálida recepción las familias tacabambinas. De igual forma, a su paso por Trujillo, y de manera especial la colonia tacabambina en Lima. El afamado escultor Santiváñez puso lo mejor de su arte durante cuatro meses y al final, acompañó al Señor de la Misericordia hasta su pueblo, llegando en vísperas de su fiesta, ante el clamor y algarabía de sus moradores.
El Señor de la Misericordia hizo su entrada triunfal y multitudinaria, luciendo una espléndida e impresionante escultura.
En 1946, por toda la zona norte del Perú se difundía la alarmante noticia de la “plaga de las langostas”. Una inconmensurable nube de estos insectos que oscurecían la luz del sol y que bajaban sobre los campos y cultivos destruyendo todo, dejando a su paso hambruna y desolación.
Así fue, cuando una mañana se divisó una mancha oscura en el firmamento que avanzaba de este a oeste y todos al unísono decían que eran las langostas. Efectivamente, aquella tarde, cayeron por los alrededores de la ciudad algunas muestras de aquel voraz insecto.
El Alcalde de entonces don José Isidoro Gálvez Oblitas dispuso que recolectaran esas muestras y reuniéndolas hicieron un paquete que fue llevado por una multitud al templo y depositado en los pies de la efigie del Señor de la Misericordia, al que acompañaron con cánticos y oraciones suplicantes de clemencia.
En el transcurso de una semana solamente se notó la escasa presencia de insectos en forma aislada, finalmente desaparecieron sin haber causado el menor daño a los cultivos.
En 1960, por ley se prohíben en todo el país las festividades religiosas o otra índole cuyas fechas coincidan con la celebración de Fiestas Patrias, por consiguiente, en Tacabamba dejó de celebrarse la fiesta original del Patrón, quedando solamente la de medio año (28 de enero) promovida por el entusiasmo de don Vicente Collantes Paredes.
En la década de los 70 se reconstruyo su templo, obra de material noble y moderna arquitectura que conserva su configuración antigua de su fachada para no romper la armonía de las construcciones alrededor de la plaza. Es un recuerdo del arquitecto tacabamino Antonio Herrera Franco que confeccionó los planos. En él se destinó un camarín especial para el Señor. Además, en la parte posterior se edificó la Casa Parroquial. Se recuerda el despliegue de trabajo y entusiasmo de los Padres Agustinos: José Luis Domaica y Alfonso Lozano Lozano, del profesor Róger Paredes Bocanegra y del constructor Pedro Rodríguez Montenegro.
Desde hacen muchos años el Club Unión Tacabamba de Lima celebra la festividad del Señor de la Misericordia en la Capital, contando con su local propio para las actividades. (Urb. Virgen del Rosario - San Martín de Porras - Mz J - Lote 32 – 33)
En Trujillo la Hermandad hace lo propio en determinada parroquia donde tienen entronizada la imagen y festejan en el local del Centro Chotano de esa ciudad.
En Chiclayo la Hermandad “Señor de la Misericordia” cumple con las novenas y misa en la Quinta Gálvez. La fiesta popular se desarrolla en el “Recinto Tacabamba”. (Chosica del Norte - La Victoria)
En Jaén se concentra la celebración de los paisanos del Nor Oriente, cuentan con una magnífica imagen del Señor y la celebración patronal es muy bien organizada.
En Tacabamba la Hermandad de nuestro Santo Patrono tiene a su cargo las actividades religiosas con la participación de los barrios e instituciones. La Municipalidad tiene a su cargo la programación festiva que se cumple con gran magnificencia.
Augusto Bocanegra Gálvez (2008) bocanegraaugusto@hotmail.es
“Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas”. (San Agustín)
Yo fui llevado ha Tacabamba en el año 1,958 por el cura de apellido Aguinaga hera huérfano tenía 8 años abría la Iglesia tocaba las campanas por eso recuerdo ha Tacabamba quisiera irme ha su fiesta felicidades paisanos..Luis Barrantes Sanchez.
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