viernes, 24 de julio de 2015

142.- LAS POTOCHAS

LAS POTOCHAS

La niñez y adolescencia son tesoros escondidos en nuestras almas a las que recurrimos cuando nos asaltan los recuerdos y las añoranzas.
Una vez, Benjamín llegaba tarde del campo a casa de la abuela Grimanesa, rebosante de contento: ¡mamita! ¡mamita! ¡no sabes lo que te traigo". Gua muchacho ¿ésta es la hora de llegar?. ¡mira! ¡mira!. Llenaba su roído sombrero de junco un nido con varios huevos de color rosado intenso. ¡la potocha se escapó mamita!


Una sonrisa y cara de bondad mostró la abuela y sus nietos desbordábamos de curiosidad y alegría al ver lo que el "cholo benja" había encontrado en la finca que llamábamos "la pampa", no nos contentábamos con verlos, queríamos tener siquiera uno entre las manos.
No se dice potocha muchachos, se dice perdiz, prepararé riquísimas tortillas para todos. El mozalbete protagonista de esta aventura nos contaba muchas cosas de estas aves, cosas interesantes que jamás olvidamos.


La perdiz es ave gallinácea, del tamaño un poco mayor que la paloma, con el cuerpo grueso, el cuello corto y la cabeza pequeña, de plumaje ceniciento rojizo, pico y patas rojos; vuela poco; abunda en los campos solitarios, es comestible y muy estimada como pieza de caza; existen diversas especies, que varían en color, forma, costumbres, sus huevos que son de diversos colores son muy exquisitos. Ah, la perdiz macho es mucho más hermoso que la perdiz hembra.
Los campesinos las llaman "potochas! posiblemente por ser sordas, (potocho es un barbarismo propio de nuestra serranía) pues solamente sienten los pasos o ruidos muy cercanos. Salen disparadas prácticamente de nuestros pies cuando caminamos por su hábitat, su vuelo es pesado y torpe por una media cuadra y se esconde nuevamente.
Cuando muchachos o adolescentes gustábamos de cazar perdices en las peñas de La Venadera, de Las Tunas, del Potrerillo, etc. porque se sabe según la tradición que éstas sólo pueden volar siete trechos a lo más, en los que se las persigue velozmente sin darles tregua para descansar. Cansadas son fácilmente capturadas. También se las caza con trampas, pues el ingenio crea diversas modalidades de éstas.


¿Por qué antes abundaban las perdices y ahora son muy escasas? realmente están extinguiéndose porque el ambiente en que viven ya no es tan solitario como antes y porque se las persigue demasiado, por las aguas contaminadas y el uso creciente e indiscriminado de insecticidas.
Sería muy del caso estudiar esta circunstancia, tal vez pudieran convertirse de silvestres en domésticas.
Alguna vez cuando Tacabamba cuente con un parque ecológico o con una reserva botánica y zoológica, estas aves sean incluidas entre las especies protegidas. Realmente son valores de la naturaleza.
bocanegraaugusto@hotmail.es
Chiclayo, Julio del 2015

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